Guillermo del Toro critica duramente la IA por su incapacidad para emocionar

El director Guillermo del Toro rechaza el uso de la inteligencia artificial en el arte, señalando que esta tecnología no puede conectar emocionalmente con el ser humano ni sustituir el valor que tiene una obra creada con esfuerzo y pasión.

El afamado cineasta mexicano Guillermo del Toro ha mostrado una postura firme en contra de la inteligencia artificial (IA) aplicada en el mundo artístico, en particular en el cine. En una reciente intervención en la conferencia del British Film Institute (BFI), Del Toro dejó claro que el valor del arte no radica en el costo o el tiempo invertido, sino en su capacidad para tocar las emociones humanas. El director, conocido por su amor a la artesanía y los efectos especiales prácticos, cuestionó la habilidad de la IA para generar verdaderas emociones. Según Del Toro, esta tecnología sólo puede crear productos superficiales, como salvapantallas, pero no tiene la capacidad de provocar las profundas emociones humanas que caracterizan una obra de arte auténtica.

La IA ha sido un tema clave en las recientes huelgas de los sindicatos de Hollywood, como la WGA y el SAG-AFTRA, que han luchado por limitar su uso en la industria cinematográfica. Uno de los puntos más controversiales ha sido el uso no autorizado de voces e imágenes de actores como Tom Hanks y Scarlett Johansson. La cuestión ética de «resucitar» digitalmente a intérpretes fallecidos, como sucedió con Peter Cushing en Rogue One, ha intensificado el debate sobre los límites de la IA en el cine.

Del Toro, quien recientemente estrenó su versión de Pinocho en Netflix, un proyecto lleno de artesanía y emoción humana, argumentó que la IA carece de la capacidad de generar estas experiencias genuinas. En su opinión, las creaciones de la IA no pueden conmover al espectador en situaciones tan profundas como la pérdida de un ser querido o la nostalgia por la juventud perdida. Para el director, el arte es una manifestación única de la pasión humana, algo que la tecnología no puede imitar.

En un momento en que las plataformas de streaming expanden sus departamentos de inteligencia artificial para predecir qué productos funcionarán, Del Toro mantiene su escepticismo. Su próximo proyecto, una adaptación de Frankenstein para Netflix, parece estar impregnado de este debate, explorando, quizá, los dilemas de la creación artificial en un contexto artístico más amplio.

¿Hasta qué punto el uso de la inteligencia artificial en la creación artística alterará la percepción que la humanidad tiene sobre el valor del arte y la autenticidad emocional?

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