La inteligencia artificial está transformando la atención primaria de salud, apoyando a los médicos en diagnósticos y gestión de enfermedades crónicas. Su uso promete aliviar la presión sobre el sistema sanitario, aunque plantea dudas sobre la deshumanización del proceso médico.
La inteligencia artificial (IA) está emergiendo como una solución clave para enfrentar la crisis que vive la atención primaria de salud. Esta especialidad, que actúa como primer contacto entre los ciudadanos y el sistema sanitario, está en riesgo debido a la creciente falta de interés por la Medicina Familiar y Comunitaria, con una preocupante falta de médicos en formación. En este contexto, la IA y los chatbots están comenzando a ofrecer soluciones tanto para médicos como para pacientes, mejorando la eficiencia en diagnósticos y la gestión de enfermedades crónicas.
El uso de herramientas como IMPAI, que ayuda a diagnosticar COVID-19, y Symptomate, que proporciona diagnósticos preliminares, ya ha demostrado la capacidad de la IA para asistir a los profesionales de la salud en nichos específicos. No obstante, la visión a largo plazo es una integración más masiva de la IA en la atención primaria. Expertos como Mayer destacan el potencial de la IA no solo para realizar diagnósticos, sino también para manejar enfermedades crónicas a través del análisis de datos de dispositivos portátiles, permitiendo una atención preventiva y personalizada.
Un ejemplo paradigmático se encuentra en China, donde el sistema Ping An Good Doctor ha revolucionado la atención en áreas rurales mediante cabinas automatizadas que permiten consultas médicas virtuales y la dispensación de medicamentos. Este avance sugiere un futuro en el que los asistentes médicos virtuales podrían convertirse en una realidad tanto en el sector público como en el privado.
Sin embargo, la implementación de estas tecnologías plantea preguntas fundamentales sobre la relación entre los pacientes y su médico. Si bien la IA ofrece ventajas significativas en términos de eficiencia y alcance, la deshumanización del proceso es una preocupación creciente. ¿Estamos realmente preparados para delegar nuestra salud en manos de una máquina, o es imprescindible mantener el contacto humano en la atención primaria?
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Este artículo es un resumen comentado basado en la noticia original publicada en La Vanguardia el 20 de septiembre de 2024. Puedes leer el artículo completo aquí.
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