La inteligencia artificial está distorsionando hechos históricos y confundiendo a los jóvenes
La advertencia lanzada por la Unesco sobre el uso de programas de inteligencia artificial (IA) es un impactante recordatorio de las consecuencias que la falta de un marco regulatorio claro sobre esta tecnología puede tener en la sociedad a nivel global. Según la investigación, un 80% de los jóvenes utilizan IA tanto en el ámbito educativo como en el ocio, lo que ha llevado a la propagación de hechos históricos falsos sobre el Holocausto.
La Unesco explica cómo estas herramientas cometen errores graves, como la invención del término «Holocausto por ahogamiento» y la exculpación de altos jerarcas nazis como Joseph Goebbels. Estos errores llegan a personas jóvenes sin un conocimiento preciso de la Historia, lo que puede llevar a la desinformación y a la propagación de discursos de odio. Las bases de datos utilizadas por la IA pueden incluir contenido antisemita, y algunos textos están diseñados para ser privilegiados en las búsquedas por la IA.
El uso malicioso de la IA ya está presente y afecta todas las interacciones con internet. La reunión del G-7 en Italia, que contó con la participación del papa Francisco, subraya la preocupación ante un cambio tecnológico rápido que afectará todos los aspectos de la vida. La IA puede ser una herramienta de mejora social, pero también de sometimiento, dependiendo de las medidas que se adopten.
¿Cómo se puede regular la inteligencia artificial para prevenir la desinformación histórica y qué papel deberían jugar las instituciones educativas y los gobiernos en este proceso? Si se establecen regulaciones adecuadas, podríamos evitar la manipulación de la información histórica y proteger la integridad de los datos educativos y sociales.
(Este resumen y opinión están basados en un artículo publicado en El País)