En un experimento lingüístico intrigante, la inteligencia artificial ha sido consultada para identificar la palabra más desagradable en catalán. La elección ha recaído en «gargarisme», una palabra que, según ChatGPT, destaca por su combinación desarmónica de sonidos, especialmente las consonantes «g» y «r», y su repetición de fonemas, lo que puede resultar estridente para algunos.

La selección de «gargarisme» no se basa en su significado – la acción de hacer gárgaras, una práctica común en la higiene bucal – sino en su sonoridad. ChatGPT elabora que la raíz de la palabra proviene del latín gargarismus y del griego antiguo gargarismós, asociado con el sonido de hacer gárgaras. La IA aclara que aunque el acto de hacer gárgaras puede ser desagradable para algunos, generalmente se considera beneficioso para la salud.

Curiosamente, ChatGPT no solo identifica la palabra como desagradable sino que también propone alternativas creativas y más armónicas. Entre ellas, «Aiguaboca» y «Bucalina» se destacan por su combinación de términos relacionados con el agua y la boca, sugiriendo una sonoridad más agradable y descriptiva.

Otra inteligencia artificial, Bard, coincide en que «gargarisme» tiene un sonido desagradable, pero también señala su potencial humorístico. Bard propone «clarets» y «escalfes» como alternativas, enfatizando sonidos suaves y evocando imágenes positivas de agua clara y relajante.

Este análisis resalta la subjetividad en la percepción lingüística y la capacidad de las IA para ofrecer perspectivas únicas en debates idiomáticos. La elección de «gargarisme» como la palabra más desagradable del catalán según la IA abre un interesante debate sobre la estética del lenguaje y la diversidad de opiniones que pueden surgir en torno a una simple palabra.

«Información extraída del artículo original publicado en El Nacional.»