• TikTok se ha convertido en protagonista de la guerra tecnológica entre Estados Unidos y China.
• Políticos estadounidenses buscan formas de prohibir la aplicación o reducir su influencia, pero los ataques a TikTok son una distracción de la gran tarea de salvaguardar los datos de todos los estadounidenses.

Cuando Estados Unidos avistó el mes pasado un globo de vigilancia chino sobrevolando Billings, en el Estado de Montana, a unos 20.000 metros de altura, políticos y expertos aprovecharon la oportunidad para centrar su atención en otro “enemigo”: TikTok.

“Un gran globo chino en el cielo y millones de globos chinos de TikTok en nuestros teléfonos. Cerrémoslos todos”, tuiteó el senador republicano Mitt Romney, de Utah (EEUU).

El presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de EEUU, Michael McCaul, comparó de forma similar a TikTok con un globo espía que envía datos sensibles a la “nave nodriza en Pekín” cuando presentó en febrero un proyecto de ley que exigiría a la Casa Blanca prohibir TikTok o cualquier app que pueda estar sujeta a la influencia de China.

Pocos años después de su llegada a Estados Unidos, TikTok se ha convertido en protagonista de la guerra tecnológica entre Estados Unidos y China.

La aplicación de vídeos cortos es un tema de conversación habitual para los políticos estadounidenses tanto del partido demócrata como republicano que buscan posicionarse sobre China. El Gobierno de Biden y el Comité de Inversiones Extranjeras en EEUU (CFIUS, por sus siglas en inglés) exigen que los propietarios chinos de TikTok vendan sus participaciones en la aplicación como condición para operar en EEUU, según informó el miércoles The Wall Street Journal.