¿Será la IA una Revolución como Internet o Morirá como el Metaverso?

La inteligencia artificial (IA) ha capturado la atención del mundo empresarial en la primera mitad de 2023, especialmente con la explosión de interés en ChatGPT. Desde grandes conglomerados hasta pequeñas floristerías en línea, los CEO están adoptando esta tecnología para demostrar que están al día con los tiempos. Sin embargo, la verdadera prueba para estas empresas será demostrar a sus accionistas que la inversión en IA se traducirá en mayores beneficios. La temporada de resultados del segundo trimestre de este año será un momento crucial para evaluar si la IA ha tenido un impacto financiero positivo en las empresas.

Los primeros indicios son alentadores. Nvidia, el gigante de los semiconductores, ha sido uno de los primeros en beneficiarse del auge de la IA, superando las expectativas de Wall Street en términos de ingresos, gracias a la creciente demanda de sus chips para IA. Esto ha llevado a la empresa a alcanzar una valoración de un billón de dólares por primera vez en su historia.

Los defensores de la IA argumentan que esta tecnología podría ser como una nueva versión de Internet: una innovación que, después de un período inicial de agitación, transformará permanentemente la forma en que se hacen negocios. Sin embargo, también hay ejemplos de «tecnologías disruptivas» que terminaron siendo modas pasajeras, como las criptomonedas y el metaverso, que no lograron generar beneficios sostenibles para las empresas.

Jordan Stuart, gestor de carteras de Federated Hermes, señala que el verdadero desafío radica en encontrar empresas que puedan monetizar efectivamente esta tecnología. Los inversores están observando de cerca para ver si la IA puede realmente generar ingresos y beneficios a largo plazo, o si terminará siendo otra moda tecnológica que no cumple con las expectativas.

En resumen, las empresas tienen el desafío de demostrar que la IA puede ser una fuente sostenible de ingresos y beneficios, similar a cómo lo hizo Internet en su momento. De lo contrario, la IA podría correr el riesgo de ser relegada al «cementerio tecnológico», al igual que otras innovaciones que no lograron mantenerse a largo plazo.

*** Información extractada del artículo original publicado en Business Insider España ***

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