• Resulta difícil seguir el ritmo de desarrollo de la IA.
• Hay una sensación de déjà vu, similar a la de la revolución digital, y eso ha provocado una división generacional.
• La resistencia no es sólo de los boomers y los millennials de mi entorno. Los líderes tecnológicos también están preocupados.

No me malinterpretes. Soy una millennial y me gusta estar al tanto de las últimas novedades. También ayuda el hecho de que soy periodista y, por tanto, estar al tanto de las últimas noticias, tendencias e innovaciones es algo natural para nosotros.

Pero en el transcurso de mis recientes encuentros con plataformas de IA generativa como ChatGPT, Bard y HeyPi, una cosa que me ha llamado la atención es la división que la tecnología está creando entre generaciones. Una amiga me dijo hace poco que le resultaba difícil seguir la pista a todas las herramientas de IA y que le preocupaba que la situación se estuviera descontrolando.

Es un extraño déjà vu. Cuando se lanzaron Facebook y Twitter, a menudo me pasaba horas debatiendo sobre la utilidad de estas plataformas. Había gente —desde mis padres a mis profesores, pasando por algunos de mis compañeros de clase— que pronosticaba que nadie utilizaría estas plataformas porque la gente podía simplemente «coger el teléfono y hablar».

Aunque en muchos casos estas innovaciones digitales acercaron a las personas, ayudaron a las familias a estrechar lazos y dieron a la gente una herramienta para expresar sus sentimientos y opiniones, para muchos otros crearon una brecha entre generaciones, una brecha digital. Esa brecha no sólo sigue existiendo, sino que se está profundizando en la era de la IA….

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