Gloria Steinem o una referencia del movimiento por los derechos de la mujer


La activista estadounidense, escritora y veterana ‘defensora de los derechos de la mujer’, Gloria Steinem, ha recibido el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2021. El presentador de Euronews, Tokunbo Salako, conversó con ella en Oviedo, antes de que recibiera el galardón que reconoce su labor.

La lista de personas que han recibido este Premio de Comunicación y Humanidades es ilustre. Permítame comenzar preguntándole, ¿dónde comenzó todo para usted? ¿Cuál fue el momento en que se convirtió en feminista por primera vez?, interroga el periodista en el inicio de su conversación con la galardonada en el marco del programa The Global Conversation.

«Creo que, al igual que los niños de todo el mundo, en cierto modo, siempre lo fui. Ocurre cuando se dicen cosas como: ‘tú no eres mi jefe’. Me di cuenta de que son cosas que dicen todos los niños del mundo. Luego existe un largo período de intentar encajar, buscar la aprobación, obedecer y de trato desigual, antes de que ese sentido natural, de que todos somos igual de importantes, empiece a volver a nosotros. En mi caso, no se produjo realmente un ‘movimiento feminista’ hasta que estaba cerca de cumplir cuarenta años. Así que, independientemente de mis sentimientos personales, no entendí que se pudiera producir un movimiento de este tipo», explica Gloria Steinem.

La activista estadounidense, escritora y veterana ‘defensora de los derechos de la mujer’, Gloria Steinem, ha recibido el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2021. El presentador de Euronews, Tokunbo Salako, conversó con ella en Oviedo, antes de que recibiera el galardón que reconoce su labor.

La lista de personas que han recibido este Premio de Comunicación y Humanidades es ilustre. Permítame comenzar preguntándole, ¿dónde comenzó todo para usted? ¿Cuál fue el momento en que se convirtió en feminista por primera vez?, interroga el periodista en el inicio de su conversación con la galardonada en el marco del programa The Global Conversation.

«Creo que, al igual que los niños de todo el mundo, en cierto modo, siempre lo fui. Ocurre cuando se dicen cosas como: ‘tú no eres mi jefe’. Me di cuenta de que son cosas que dicen todos los niños del mundo. Luego existe un largo período de intentar encajar, buscar la aprobación, obedecer y de trato desigual, antes de que ese sentido natural, de que todos somos igual de importantes, empiece a volver a nosotros. En mi caso, no se produjo realmente un ‘movimiento feminista’ hasta que estaba cerca de cumplir cuarenta años. Así que, independientemente de mis sentimientos personales, no entendí que se pudiera producir un movimiento de este tipo», explica Gloria Steinem.

¿Cómo describiría los cambios? ¿Se siente cansada por haber estado haciendo campaña durante tanto tiempo? ¿Siente que las cosas han cambiado drásticamente o no?, quiere saber Tokunbo Salako.

«No, cuando veo factores tan descomunales, como la desigualdad salarial o la desigualdad con respecto a la herencia. O cuando veo factores como, por ejemplo, la imposibilidad de mantener el propio apellido. Es entonces cuando contemplo grandes injusticias: sexismo, racismo, sesgos de grupo. Como era periodista y nunca tuve un trabajo al uso, no formaba parte de una gran organización. Experimenté el sesgo, de otras formas. Así, pude comprobar el tipo de asignaciones que podía conseguir, pero no de la misma manera que si hubiese formado parte de una gran organización», declara Steinem.

Ha escrito mucho sobre el hecho de haber abortado en Londres. Cuando ve lo que ocurre en su país, ahora mismo… por ejemplo, en Texas, ¿cómo se siente?, pregunta el periodista

«Como señala, puede ver que, en Texas, la gran mayoría de la gente está de acuerdo en que la mujer debería poder decidir lo que sucede con su cuerpo en cuanto a un aspecto físico. Pero, hay cuatro o cinco hombres en la legislatura que lo impiden. Se observa la razón básica de la racionalidad, del sesgo, del patriarcado que es el control de la reproducción. Solamente las mujeres tienen útero. Así que, el deseo y la necesidad política de controlar el útero de las mujeres, la propia naturaleza del patriarcado, ha estado con nosotros desde los tiempos de Hitler. Quiero decir que, lo primero que hizo Hitler, y debemos recordar que resultó elegido, lo primero que hizo fue cerrar las ‘clínicas familiares’ y declarar el aborto como un crimen contra el Estado. En tiempos de Napoleón III, en realidad, no fue el papado quien condenó el aborto. Fue el propio Napoleón III quien pidió al papa que lo ilegalizara porque quería más gente para sus ejércitos. Siempre ha sido un tema perverso, pragmático y una cuestión de control. Pero no sobre la religión. No literalmente sobre la religión, en ese caso. Y, dado que las mujeres tienen pechos, hemos estado luchando contra todo esto desde entonces. En ese sentido es como el racismo, se trata del sistema», afirma la veterana ‘defensora de los derechos de la mujer’.

Se ha descrito a sí misma como una eterna soñadora, como una esperanzada; creo que este es el término que ha utilizado. ¿Qué es lo que le proporciona inspiración estos días? Y, ¿qué es lo que logra hacer que se enfade?, interroga el reportero.

«Esas son dos grandes preguntas. Lo que me inspira… son todos los ejemplos, innumerables ejemplos, de gente que se defiende a sí misma y que defiende a los demás contra grandes obstáculos, contra la pobreza, contra los prejuicios, contra las enseñanzas religiosas. Así que, cuando ves eso resulta alentador. De hecho, en todos los países en los que he estado en mi vida, hay niños pequeños que dicen cosas como ‘tú no eres mi jefe’, y eso es estimulante en sí mismo», responde la flamante Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2021.

Desde luego, suena edificante. ¿Qué le enfada cuando observa el mundo ahora? ¿Sigue teniendo el mismo ímpetu en la actualidad?, quiere saber Tokunbo Salako.

«¿Qué me hace enfadar estos días? Nos acabamos de librar de un ‘presidente accidental’ que teníamos, llamado Trump», sugiere Gloria Steinem.

Ahora está lanzando su propia compañía de redes sociales, apunta Salako.

«Confío en que nadie escuche esto… Trump no fue elegido por una mayoría de votos. Fue una peculiaridad de nuestro colegio electoral lo que le hizo ser elegido y eso fue ciertamente muy enojoso. Resultó muy indignante. Simplemente el nivel de ‘no verdad’ que tenía y su propia presencia causaban indignación. Episodios como la invasión del Capitolio por parte de sus partidarios, enojaban. Y, también, indigna la simple injusticia de observar a gente buena que sufre y a mala gente que triunfa», señala Steinem.

Parece que estamos en la tercera o cuarta oleada de un movimiento de revolución de las mujeres, ¿qué papel diría que han desempeñado las redes sociales en ello?, pregunta el periodista de Euronews.

«Me preocupa, en sus orígenes, porque hay un número desproporcionado de mujeres en el mundo que no tienen acceso a las redes sociales o a la electricidad. Son mujeres que viven en zonas sin este tipo de cosas, y eso me preocupa porque parece que el mundo se está polarizando entre quienes tienen acceso a la tecnología y quienes no lo tienen. Lo mismo ocurre con tener acceso a la sanidad o no tenerlo. De esta manera, ese acceso se antepone incluso al contenido. Me gustaría que hubiera un satélite que pudiera permitir el acceso a Internet a todo el mundo, para que, al menos, pudiéramos ser iguales con respecto a nuestras comunicaciones», declara la activista estadounidense.

También quería preguntarle por su vida en la carretera. Ha pasado mucho tiempo viajando y ese aspecto se ha llevado a la ‘gran pantalla’ en una destacada producción de Hollywood titulada ‘The Glorias’. ¿Está contenta con el resultado?, quiere saber el reportero.

«Sí, porque no es una gran producción de Hollywood. Es un tipo de película muy particular que utilizó como base mi libro ‘Mi vida en la carretera’. Confié plenamente en la directora y pienso que ha hecho un trabajo maravilloso», afirma la galardonada.

¿Cómo fue verse a sí misma, o al menos esas interpretaciones de sí misma a lo largo de los años?, interroga Tokunbo Salako.

«Bueno, por supuesto, una persona nunca se ve a sí misma. Pero había cuatro actrices diferentes que interpretaban mi personaje a diferentes edades. Algunas de las escenas eran reales y no sé cómo es posible. Es decir, ni siquiera estaban en mi libro. Así que, no sé cómo se hicieron realidad. El momento de estar en un vagón de tren de tercera clase, con mujeres, en la India… es exactamente como lo recuerdo. Así que, contiene una especie de mística», explica la veterana ‘defensora de los derechos de la mujer’.

Debe resultar mágico ver reflejadas en la ‘gran pantalla’ todos esos momentos que ha vivido. Contemplando su vida, todo lo que ha conseguido y todo lo que ha dicho, ¿cómo le gustaría que la recordaran?, pregunta Salako.

«Es complicado, ¿verdad? Es una pregunta que solía hacer a otras personas como periodista, así que supongo que es justo que me lo pregunte», responde Gloria Steinem.

Es justo que la ponga en esa tesitura, apunta en tono jocoso el periodista de Euronews.

Me gustaría ser recordada como alguien que tiene un buen corazón y que intenta hacer de este mundo un lugar un poco más justo y compasivo de lo que era cuando llegué a él», concluye la flamante ganadora del Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2021.

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