Una de las tendencias más relevantes del sector bancario es el metaverso. La posibilidad de crear espacios virtuales, que permitan a los bancos relacionarse con sus clientes con el fin de ampliar o mejorar su negocio y servicios, no está pasando desapercibida para las entidades financieras.
El metaverso comienza a aparecer como una oportunidad de negocio en muchos sectores de actividad. Algunas estimaciones apuntan a que este mercado puede llegar a alcanzar un valor de 783.000 millones de dólares en 2024. Actualmente su valor se acerca a 478.700 millones de dólares, por lo que de confirmarse estas estimaciones se multiplicaría por 1,6 su valor en dos años.[1] Se trata, por tanto, de un mercado en crecimiento gracias a la creciente popularidad de las aplicaciones de realidad aumentada y de realidad virtual.
En el ámbito financiero, el metaverso ofrece múltiples posibilidades. Por ejemplo, la creación de un nuevo canal capaz de potenciar la interacción con los clientes más digitalizados, especialmente los jóvenes. Además, puede ayudar a la creación de modelos de colaboración internos para las entidades o a desarrollar oficinas virtuales.
Algunos sociólogos señalan que el metaverso puede convertirse en un nuevo modelo de interacción y compromiso para la sociedad. Para las entidades financieras, el riesgo de quedarse fuera de este nuevo ecosistema es muy elevado a medida que otros competidores digitales como los neobancos o las BigTech empiezan a ofrecer estas experiencias digitales a sus clientes[2]. Además de Meta (anteriormente conocida como Facebook), el resto de BigTech también se están posicionando en para entrar en este ecosistema digital.
En el caso de las entidades bancarias, algunas han dado ya pasos importantes. El banco norteamericano JP Morgan ha lanzado su propio espacio en Decentraland, uno de los metaversos más populares[3]. Standard Chartered también anunció en mayo de 2022 que estaba desarrollando un espacio propio, también en Decentraland. En España, CaixaBank ha anunciado un acuerdo de colaboración con Microsoft para trabajar en la construcción de entorno de trabajo en el metaverso.
Las oportunidades que ofrece esta nueva realidad virtual no pueden ser obviadas por el sector bancario, si bien la propuesta de valor de una realidad bancaria virtual debe ser examinada con cautela.