El canódromo de Barcelona nuevo espacio de alfabetización digital.

Desde que en 2006 se eliminaron las carreras de galgos en el Canódromo del distrito de Sant Andreu de Barcelona, el edificio, del arquitecto Antonio Bonet Castellana y premio FAD en 1963, ha hecho ya tres intentos de cuajar en la ciudad con otro uso. La última idea del Ayuntamiento ha sido convertirlo en un espacio de alfabetización digital abierto a los ciudadanos, que ha empezado a funcionar después de que en 2020 dejara de ser un parque de investigación creativa para empresas, al terminar la concesión de cuatro años. Antes fue un centro de arte contemporáneo. Este miércoles, el concejal de Derechos de Ciudadanía y Participación, Marc Serra, ha presentado las actividades de verano en el marco del nuevo proyecto, denominado Ateneo de Innovación Digital y Democrática, con las que el equipamiento busca empezar a consolidarse en la ciudad después de unos meses de arranque.

Serra ha subrayado la voluntad de «recuperar el canódromo como un espacio abierto al barrio, a la ciudadanía y al mundo» y ha explicado que entre junio y agosto están programadas una veintena de iniciativas.

El objetivo del Consistorio es ofrecer a los barceloneses formación y capacitación en nuevas tecnologías para que tengan herramientas para afrontar «retos como la brecha digital, los derechos digitales o la prevención de violencias en las redes».

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