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¿Cómo será el trabajo del futuro?

La tecnología, Internet, la robótica y la inteligencia artificial evolucionan de manera vertiginosa, mientras su tenaz expansión en los ámbitos empresariales e institucionales ya hace pensar a los menos entusiastas que la profecía de la sustitución del hombre por la máquina es un hecho.

¿Cómo deben asumirse estos cambios? ¿Realmente la tecnología terminará por desplazar a los humanos de los puestos de trabajo o puede preverse una relación complementaria y provechosa entre ambos? En definitiva, ¿cómo serán las empresas y las condiciones laborales del futuro?.

 

Fábricas inteligentes y empresas líquidas

Ghunter Reinhart, profesor de la Universidad Técnica de Múnich y autor de Guía de la Industria 4.0: Modelos de negocio, procesos y tecnología, es optimista respecto a la cooperación entre máquinas y personas en las fábricas inteligentes (smart factories) del futuro y sostiene que, en estos entornos, los robots que aprenden y los trabajadores humanos coexistirán sin distancias y trabajarán con más eficiencia y sentido de cooperación que en la actualidad.

El mismo Reinhart opina que la producción inteligente y automatizada será capaz de generar nuevos modelos de negocio a partir de la captación y circulación de datos. En este sentido, las personas y los recursos tecnológicos se comunicarán para elaborar productos rentables de acuerdo a la demanda. Al existir un enlace constante entre la planificación, la producción, las ventas, el mantenimiento y el reciclaje a nivel global mediante Internet, se obtiene una ingente cantidad de datos y gracias a estos se podrán plantear ofertas de servicio innovadoras que trasciendan a las mismas fábricas inteligentes.

Paralelamente al avance de las smart factories, las empresas denominadas “líquidas”, de acuerdo al concepto introducido por el sociólogo polaco Zygmunt Bauman, plantean un cambio radical de paradigmas y diferencia de las organizaciones “sólidas” o convencionales, tienen la capacidad de fluir, transformarse y adaptarse a los cambios. 

Para lograr tales condiciones, los seguidores de esta tendencia practican la alternancia temporal de los cargos directivos, la elección del líder por parte del equipo y de acuerdo a las características de cada proyecto; así como el trabajo por círculos de gestión, sin jerarquías, distribuyendo la autoridad y las decisiones en forma horizontal. En sintonía con la economía colaborativa, empresas líquidas como la multinacional Quirky, eliminan las barreras entre los actores del proceso productivo, incorporan a los usuarios en el diseño de los productos, se comunican constantemente con los clientes y fomentan la cooperación con otras corporaciones.

 

Nuevos puestos de trabajo, nuevas condiciones

El Foro Económico Mundial estima que el 65% de los niños que cursan primaria actualmente, ejercerán trabajos aún inexistentes. En esta misma perspectiva, Jerome Clayton Glenn, director ejecutivo del Proyecto Millennium, sostiene que los avances tecnológicos han creado más empleo en especialidades e industrias hasta hace poco incipientes y minoritarias, compensando de esta manera los puestos que han dejado de tener demanda por su influencia.

Glenn contabiliza en la actualidad cuatro mil millones de trabajadores en todo el mundo y pronostica que en 2050 esta cifra llegará a seis mil millones, entre pequeñas y medianas empresas, grandes empresas  y autónomos a partes iguales. Igualmente, plantea que conforme al desarrollo de la tecnología, los trabajos monótonos van desapareciendo para dar paso a labores que requieren creatividad e inventiva y que, en este mismo sentido, se incrementarán las plazas en sectores como la conservación del medio ambiente, las energías alternativas y la biología sintética aplicada a la medicina y la agricultura.

Los cambios generados por la transformación tecnológica también incluyen conceptos novedosos en las relaciones y las condiciones laborales. Algunos especialistas adelantan los más variados planteamientos, entre ellos:

  • El establecimiento definitivo de los horarios flexibles y el incremento de opciones como el teletrabajo y el trabajo en casa, un modelo que hemos visto afianzado durante la pandemia por el Covid19.
  • La igualdad de género en los entornos laborales dejará de ser una aspiración para convertirse en una condición normal, tomando en cuenta que hombres y mujeres poseen las mismas capacidades.
  • Los adelantos en el área de la salud elevarán la expectativa de vida, lo que permitirá a más personas trabajar hasta una edad avanzada.
  • Se fomentará el emprendimiento sostenible y con valor añadido; así como el intraemprendimiento dentro de las organizaciones para estimular la competitividad y conservar el talento humano.

 

Los requerimientos del futuro

Mientras se proclaman las oportunidades que generará la transformación tecnológica en los entornos laborales, algunos especialistas en este tema creen conveniente reflexionar sobre algunos aspectos que no han sido considerados con amplitud. Jerome Clayton Glenn insta a los empresarios y a los gobiernos a tratar el tema del salario básico universal y otros mecanismos económicos que se adapten a los nuevos conceptos de trabajo. Otros expertos llaman a poner el foco en el deber que tienen empresas y trabajadores de reinventarse para afrontar los efectos disruptivos de esta nueva Revolución Industrial y al mismo tiempo en la necesidad de adaptar los sistemas educativos a las actuales y futuras necesidades del mercado laboral, en el sentido de impartir a los alumnos habilidades como el trabajo en equipo, la creatividad y la inteligencia emocional.

Noticia publicada originalmente en: adelante pymes

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