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DFactory Barcelona el mayor centro de innovación industrial 4.0 del sur de Europa

Despega una inversión cuatro veces estratégica: de ciudad, de región, de país, de medio continente. DFactory Barcelona, pionero y con sentido práctico para estimular la innovación donde más rinde y más falta: en la industria 4.0

“Por favor, lléveme al Carrer Lletra A de la Zona Franca, 51”. Esta dirección se convertirá en un destino frecuente de taxis, cabifys y ubers de Barcelona. No tiene pérdida. En el paisaje industrial se levanta como una baliza un edificio ultramoderno, forrado de vidrio y repleto de tecnología que se inaugura a finales de año: la primera fase del DFactory BCN.

El proyecto implanta un polo de atracción empresarial dentro del polo de atracción industrial y logístico que es la Zona Franca desde hace más de un siglo. De hecho, DFactory renueva esa misión y la proyecta al futuro para desarrollar la industria 4.0 no solo en Barcelona, Cataluña y España sino en el sur de Europa.

La inversión se canaliza a través de la empresa público-privada Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), con la asistencia tecnológica de la Fundación Leitat.

El contexto acelera

Lógico, un plan de este calibre se incuba mucho antes de la pandemia. Pero llega el virus, acelera la digitalización y de rebote la pertinencia de DFactory. “Antes, cuando hablábamos de la necesidad de digitalizar, escuchabas mucho ‘sí, claro, tenemos que hacerlo’. Bien, no nos podemos permitir más ‘lo haremos’, lo estamos haciendo ya”, apunta el director del Centro Tecnológico Leitat, Joan Parra.

VIVIMOS LA TRANSFORMACIÓN PROFUNDA DE LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL. CATALUÑA, ESPAÑA Y EUROPA NO SOLO NO PUEDEN PERDER ESTA OPORTUNIDAD, DEBERÍAN LIDERARLA

PERE NAVARRO, DELEGADO ESPECIAL DEL ESTADO EN EL CZFB

Algunos informes reflejan ese salto en la urgencia. HSF Research y KMPG International sostienen que, justo antes de la covid-19, tecnologías emergentes como robotización y automatización de procesos, inteligencia artificial (IA) o analítica de datos eran importantes en beneficios concretos: aumentar ingresos, reducir costes o mejorar la toma de decisiones, por ejemplo. Apenas año y medio después ya son directamente “esenciales para la supervivencia de las empresas” a cada vez más corto plazo.

“Vivimos la transformación profunda de la cuarta revolución industrial. Cataluña, España y Europa no solo no pueden perder esta oportunidad, deberíamos liderarla. Esto es vital, en una economía globalizada o somos parte del motor de cambio o vamos a perder muchísimas opciones de generar riqueza”, apunta Pere Navarro, delegado especial del Estado en el CZFB.

A esta necesidad/oportunidad de contar con referentes en I+D 4.0 en España de repente se han unido los fondos Next Generation para financiar proyectos, siempre que lleguen a tiempo.

Pionero en España

Si DFactory Barcelona nace para generar innovación 4.0, ya ha logrado una: su propio modelo de trabajo. “No tiene nada que ver con una incubadora o una aceleradora de empresas —explica Navarro—, hablamos de un espacio donde la innovación pasa de ser una idea a tomar forma y generar prototipos”.

Es un centro orientado al trabajo colaborativo entre empresas y sobre proyectos de innovación tangibles —usan tanto la tecnología propia trasladada al DFactory Barcelona como la de los servicios del hub— para funcionar como un departamento I+D consolidado.

Esta diferencia es crucial. Parra destaca que se trata del primer centro con este enfoque práctico en España, aunque es conocido en EE. UU. y parte del norte de Europa. “Normalmente ubicar empresas en viveros o incubadoras al uso supone discutir el alquiler del espacio, el precio del metro cuadrado, pero en DFactory Barcelona lo importante es la actividad que realizas para potenciarla como negocio”.

Supone un cambio de paradigma. El hub apunta a una de las mayores carencias en la estructura española de innovación, el déficit de I+D industrial para atraer empresas especializadas de fuera e impulsar las locales. Hasta cierto punto es comprensible, requiere grandes inversiones en instalaciones y equipos que actúan como barrera de entrada pero son imprescindibles para desarrollar innovaciones competitivas.

“Ese I+D es precisamente el que genera más valor, forma a más profesionales, te pone en el mapa de la innovación internacional y desarrolla un mayor ecosistema de empresas y tejido económico alrededor”, añade Parra. “DFactory rechaza el ‘que inventen ellos’, está diseñado para que pasen cosas de valor y aportar al PIB mediante el crecimiento que hoy es digital, es rápido y hace tanta falta en el sector industrial”…

sigue leyendo el original en El País

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