Omar Hatamleh, un español en la cumbre mundial de la IA: «Dentro de 50 años va a ser casi imposible distinguir un robot humanoide de una persona»

Omar Hatamleh, jefe de Inteligencia Artificial en el Centro Goddard de la NASA, analiza el impacto de la IA en el empleo, la medicina y la sociedad, alertando sobre los desafíos éticos y sociales que surgirán en las próximas décadas con la evolución de la tecnología.

Omar Hatamleh, de origen granadino y actual jefe de IA en el Centro Goddard de la NASA, se ha convertido en una voz clave en el debate sobre el futuro de la inteligencia artificial (IA). Durante una entrevista reciente, subrayó que estamos en los primeros pasos de una revolución tecnológica que transformará profundamente nuestra vida. Hatamleh señala que, aunque la IA ya está presente en diversas industrias, desde la medicina hasta la ingeniería, el verdadero cambio se producirá cuando lleguemos a la Inteligencia Artificial General (IAG), una forma avanzada de IA que será capaz de realizar múltiples tareas de manera simultánea, emulando las capacidades cognitivas humanas.

Hatamleh prevé que en los próximos diez años la IAG podrá reemplazar trabajos que hoy requieren creatividad y razonamiento, lo que plantea un dilema tanto en el ámbito laboral como en la formación de las futuras generaciones. “Estamos solo gateando”, afirma, en referencia a la etapa actual del desarrollo de la IA, anticipando que los próximos años serán críticos para la humanidad en términos de adaptación a esta nueva realidad. Advierte que, a medida que la IA avance, desaparecerán muchos empleos tanto en sectores manuales como en otros que dependen de la inmigración, lo que conllevará efectos geopolíticos significativos.

En paralelo, la medicina será uno de los campos más beneficiados por estos avances. Hatamleh habla del desarrollo de gemelos digitales, que permitirán tratamientos totalmente personalizados, así como de la posibilidad de imprimir órganos humanos, lo que extendería la esperanza de vida a niveles insospechados. Pero no todo es positivo. Omar también alerta sobre el «lado oscuro» de la IA, que abarca desde amenazas a la ciberseguridad hasta la posibilidad de que los robots humanoides se conviertan en compañeros inseparables de las personas, con todas las implicaciones sociales y éticas que esto supone.

Estos cambios tan radicales en el trabajo, la medicina y nuestras interacciones sociales nos obligarán a reflexionar profundamente sobre cómo integrar la IA de forma segura y ética, para evitar que el avance tecnológico sobrepase nuestra capacidad de control.

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Este artículo es un resumen comentado basado en la noticia original publicada en El Mundo el 09/09/2024. Puedes leer el artículo completo aquí.
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