Desacuerdo europeo sobre cómo afrontar el alza en el precio de la energía

Persisten las divisiones en el seno de la Unión Europea sobre cómo afrontar la subida del precio de la energía.

Los ministros del ramo se han reunido una vez más, esta vez en Luxemburgo, para analizar las diferentes propuestas. Pero no hay acuerdo a la vista.

La idea española para comprar gas de manera conjunta suscita todavía muchas dudas.

«Una adquisición conjunta llevaría años y años, y luego hay que pensar en dónde se almacenaría. Hay muchas preguntas complicadas por resolver. Así que creo que el Gobierno español está prometiendo demasiado», ha dicho Claude Turmes, ministro de Energía de Luxemburgo.

La principal línea de fractura se refiere a la necesidad o no de introducir reformas en el mercado de la energía. España y Francia están a favor. Pero un grupo de nueve países encabezado por Alemania y Países Bajos afirman que la crisis es coyuntural y se oponen.

También la comisaria europea de Energía ha expresado dudas: «Cambiar el modelo actual plantea riesgos para la previsibilidad del mercado, la competitividad y nuestra transición hacia las energías limpias. El modelo de mercado actual asegura la adecuación de la oferta y la demanda en todo momento. Y todo esto es muy importante desde la perspectiva de la seguridad del suministro», ha explicado Kadri Simson.

Otro objetivo a largo plazo es reducir la dependencia europea en materia de gas, apuntalando el sector de las energías renovables. Pero incluso decidir qué fuentes se consideran ‘verdes’ está resultando divisivo. La energía nuclear, defendida por Francia, comienza a ganar apoyos como energía ‘limpia’ al no emitir CO2.

“El futuro mix energético debe estar equilibrado. Tiene que haber fuentes estables como las nucleares, el gas y por supuesto las renovables. Pero debe haber un equilibrio. Y el proceso de descarbonización debe estar perfectamente planificado», opina Karel Havlíček, viceprimer ministro checo.

Otra propuesta pasa por limitar la compra de derechos de emisiones y prohibir que puedan ser adquiridos por operadores financieros, para evitar la especulación. Una idea que también promueve España.

Noticia publicada originalmente en: euronews

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