La burocracia excesiva en Catalunya es un freno significativo para la competitividad empresarial, afectando tanto a empresas como a ciudadanos. La lentitud y complejidad administrativa retrasan inversiones y proyectos, mientras que ejemplos internacionales como Estonia o Dinamarca destacan por su eficiencia y simplificación de procesos.
El artículo de Jordi Marin destaca el problema persistente de la burocracia en Catalunya, un factor que frena tanto la competitividad empresarial como el bienestar de los ciudadanos. Ejemplos como el del supermercado Bon Preu, que tardó ocho años en abrir un establecimiento debido a trámites excesivos, y la lucha de los campesinos contra una burocracia asfixiante, son claros indicios de este obstáculo. Además, obtener licencias de obras, tanto para empresas como para particulares, puede extenderse durante meses o años, lo que añade incertidumbre y costes adicionales.
Esta situación es especialmente grave para las pequeñas y medianas empresas, que son el motor económico de la región, y que enfrentan mayores dificultades para adaptarse debido a la carga burocrática. De acuerdo con el European Quality of Government Index, Catalunya tiene una de las peores calificaciones en calidad de gobierno dentro de España, lo que afecta negativamente a la atracción de inversiones internacionales.
Marin señala que la solución pasa no solo por implementar tecnologías digitales, sino también por revisar y simplificar los procesos. Ejemplos de otros países son esclarecedores: en Estonia, la digitalización completa de los servicios públicos ha permitido un acceso más eficiente y ha reducido la burocracia. En Dinamarca, las empresas pueden comenzar a operar en pocos días, lo que convierte al país en uno de los más competitivos del mundo.
El artículo concluye que reducir la burocracia es una necesidad tanto económica como social. Las tecnologías como la inteligencia artificial y la robótica podrían jugar un papel clave en la transformación de las administraciones públicas, facilitando la vida de los ciudadanos y mejorando la competitividad de las empresas. Sin embargo, para que esto sea posible, se requiere una inversión significativa, una reorganización institucional profunda y un cambio de mentalidad en el enfoque administrativo.
¿Hasta qué punto está la administración catalana dispuesta a asumir el reto de la digitalización completa y simplificación de procesos que ya han demostrado ser exitosos en otros países europeos?
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Este texto es un resumen comentado basado en la noticia original de Jordi Marin publicada en VIA Empresa el 25 de septiembre de 2024. Puedes leer el artículo completo aquí: https://www.viaempresa.cat/es/economia/catalunya-atrapada-en-burocracia-enemigo-silencioso-competitividad_2203112_102.html